domingo, 14 de julho de 2013

LA ROSA ÉS SIN POR QUÉ


http://www.heideggeriana.com.ar/comentarios/schurmann.htm
... existe una expresión, cara a Meister Eckhart y Heidegger, que resume admirablemente esta condición previa a la superación del olvido del ser: buscar "sin por qué". Se ha dicho que sobre este punto preciso Heidegger está particularmente en deuda con los místicos[xxvii]. Al ser supremo de la metafísica el hombre se dirige con toda clase de "por qué". Le puede consagrar un lugar en la ciudad y dedicarle un culto. Puede también proclamarlo como su más alta razón de vivir, aquello por lo cual la ciudad trabaja y se sacrifica -aunque sea el ideal de la ganancia y la acumulación de bienes-. El ser, representado en tanto que ente supremo, entra así en el horizonte del hombre. El ser tal como lo comprende el pensamiento meditante, por el contrario, no funda ni motiva nada. Se mantiene fuera del proceso de decadencia por el cual el Bien platónico deviene la suma de los bienes de consumo modernos. El ser, pensado por sí mismo significa el hundimiento de todo apoyo, no pone nada. No se pone bajo el ente como su base: no supone nada. Y no precede al ente como su causa: no presupone nada. El ente no pone, ni supone, ni presupone. Pero el ente es. Comprender esto es poder decir: "la rosa es sin por qué"[xxviii].
 
Reiner Schürmann

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